1. A ti he elevado mis ojos, a ti que habitas en los cielos.

1. wdh twn anabaqmwn ei mh oti kurioV hn en hmin eipatw dh israhl

2. Como los ojos de los siervos se fijan en la mano de su dueño, como miran los ojos de una esclava la mano de su dueña, así miran nuestros ojos al Señor, ¿nuestro Dios, cuándo tendrá piedad de nosotros?

2. ei mh oti kurioV hn en hmin en tw epanasthnai anqrwpouV ef' hmaV

3. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad, porque estamos saturados de desprecios.

3. ara zwntaV an katepion hmaV en tw orgisqhnai ton qumon autwn ef' hmaV

4. Nuestra alma está colmada de las burlas de la gente acomodada, del desprecio de los engreídos.

4. ara to udwr katepontisen hmaV ceimarron dihlqen h yuch hmwn

5.

5. ara dihlqen h yuch hmwn to udwr to anupostaton

6.

6. euloghtoV kurioV oV ouk edwken hmaV eiV qhran toiV odousin autwn

7.

7. h yuch hmwn wV strouqion errusqh ek thV pagidoV twn qhreuontwn h pagiV sunetribh kai hmeiV errusqhmen

8.

8. h bohqeia hmwn en onomati kuriou tou poihsantoV ton ouranon kai thn ghn





“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina