1. ¡Aleluya! Dichoso el hombre que teme al Señor y ama sus mandamientos.

1. ¡Aleluya! Alef. ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, Bet. que en sus mandamientos mucho se complace!

2. Su prole será poderosa sobre la tierra, y bendita la raza de sus hombres rectos.

2. Guímel. Fuerte será en la tierra su estirpe, Dálet. bendita la raza de los hombres rectos.

3. En su casa habrá fortuna y bienestar, su justicia permanece para siempre.

3. He. Hacienda y riquezas en su casa, Vau. su justicia por siempre permanece.

4. Una luz resplandece en las tinieblas para los hombres justos: el piadoso, el compasivo, el justo.

4. Zain En las tinieblas brilla, como luz de los rectos, Jet. tierno, clemente y justo.

5. Dichoso el que se compadece y da prestado, y arregla sus asuntos con justicia.

5. Tet. Feliz el hombre que se apiada y presta, Yod. y arregla rectamente sus asuntos.

6. El hombre justo jamás vacilará, su recuerdo perdura eternamente;

6. Kaf. No, no será conmovido jamás, Lámed. en memoria eterna permanece el justo;

7. no tiene miedo de noticias malas, su corazón está firme, confiado en el Señor;

7. Mem. no tiene que temer noticias malas, Nun. firme es su corazón, en Yahveh confiado.

8. está muy tranquilo y nada teme, terminará por triunfar contra sus opresores.

8. Sámek. Seguro está su corazón, no teme: Ain. al fin desafiará a sus adversarios.

9. Todo lo da, lo reparte entre los pobres, su justicia permanece para siempre.

9. Pe. Con largueza da a los pobres; Sade. su justicia por siempre permanece, Qof. su frente se levanta con honor.

10. El criminal, al verlo, se enfurece, se consume de rabia, rechinando los dientes. El propósito del criminal será un fracaso.

10. Res. Lo ve el impío y se enfurece, Sin. rechinando sus dientes, se consume. Tau. El afán de los impíos se pierde.





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina