1. Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón

1. Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Absalón.

2. Señor, cuán numerosos son mis opresores, cuántos los que se alzan contra mí,

2. Yahveh, ¡cuán numerosos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!

3. cuántos los que dicen de mi vida: "Ya ni Dios lo salva".

3. ¡Cuántos los que dicen de mi vida: «No hay salvación para él en Dios!»

4. Mas tú, Señor, eres mi escudo, tú eres mi gloria, tú alzas mi cabeza.

4. Mas tú, Yahveh, escudo que me ciñes, mi gloria, el que realza mi cabeza.

5. Mi clamor levanto hacia el Señor, y él me atiende desde su santo monte.

5. A voz en grito clamo hacia Yahveh, y él me responde desde su santo monte.

6. Yo me acuesto, me duermo y me despierto: el Señor es mi apoyo.

6. Yo me acuesto y me duermo, me despierto, pues Yahveh me sostiene.

7. No temo a los hombres sin cuento que por doquier se apostan contra mí.

7. No temo a esas gentes que a millares se apostan en torno contra mí.

8. Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores.

8. ¡Levántate, Yahveh! ¡Dios mío, sálvame! Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos, los dientes de los impíos tú los rompes.

9. En ti, Señor, está la salvación: caiga tu bendición sobre tu pueblo.

9. De Yahveh la salvación. Tu bendición sobre tu pueblo. Pausa





“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina