1. Tú que vives bajo la protección del Dios altísimo y moras a la sombra del Dios omnipotente,

1. El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday,

2. di al Señor: "Eres mi fortaleza y mi refugio, eres mi Dios, en quien confío".

2. diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!»

3. Pues él te librará de la red del cazador, de la peste mortal;

3. Que él te libra de la red del cazador, de la peste funesta;

4. te cobijará bajo sus alas y tú te refugiarás bajo sus plumas; su lealtad será para ti escudo y armadura.

4. con sus plumas te cubre, y bajo sus alas tienes un refugio: escudo y armadura es su verdad.

5. No temerás el terror de la noche ni la flecha que vuela por el día,

5. No temerás el terror de la noche, ni la saeta que de día vuela,

6. ni la peste que avanza en las tinieblas ni el azote que asola al mediodía.

6. ni la peste que avanza en las tinieblas, ni el azote que devasta a mediodía.

7. Aunque a tu lado caigan mil, y diez mil a tu diestra, a ti no te alcanzarán.

7. Aunque a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra, a ti no ha de alcanzarte.

8. Te bastará abrir los ojos, y verás que los malvados reciben su merecido,

8. Basta con que mires con tus ojos, verás el galardón de los impíos,

9. ya que has puesto tu refugio en el Señor y tu cobijo en el altísimo.

9. tú que dices: «¡Mi refugio es Yahveh!», y tomas a Elyón por defensa.

10. A ti no te alcanzará la desgracia ni la plaga llegará a tu tienda,

10. No ha de alcanzarte el mal, ni la plaga se acercará a tu tienda;

11. pues él ordenó a sus santos ángeles que te guardaran en todos tus caminos;

11. que él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos.

12. te llevarán en sus brazos para que tu pie no tropiece en piedra alguna;

12. Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie;

13. andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y al dragón.

13. pisarás sobre el león y la víbora, hollarás al leoncillo y al dragón.

14. Porque él se ha unido a mí, yo lo liberaré; lo protegeré, pues conoce mi nombre;

14. Pues él se abraza a mí, yo he de librarle; le exaltaré, pues conoce mi nombre.

15. si me llama, yo le responderé, estaré con él en la desgracia, lo libraré y lo llenaré de honores;

15. Me llamará y le responderé; estaré a su lado en la desgracia, le libraré y le glorificaré.

16. le daré una larga vida, le haré gozar de mi salvación.

16. Hartura le daré de largos días, y haré que vea mi salvación.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina