1. Al maestro de coro. En octava. Salmo de David

1. Del maestro de coro. En octava. Salmo. De David.

2. Auxilio, Señor, que ya no hay hombres fieles, la lealtad ya no existe entre los hombres;

2. ¡Salva, Yahveh, que ya no hay fieles, se acabaron los veraces entre los hijos de Adán!

3. sólo mentiras dice el uno al otro, labios aduladores, doblez de corazón.

3. Falsedad sólo dicen, cada cual a su prójimo, labios de engaño, lenguaje de corazones dobles.

4. Que el Señor corte el labio adulador y la lengua arrogante

4. Arranque Yahveh todo labio tramposo, la lengua que profiere bravatas,

5. de todos los que dicen: "La lengua es nuestra fuerza, los labios nuestras armas, ¿quién podrá dominarnos?".

5. los que dicen: «La lengua es nuestro fuerte, nuestros labios por nosotros, ¿quien va a ser amo nuestro?»

6. "Por la opresión del débil y el gemido del pobre ahora me levanto yo, dice el Señor, yo daré mi auxilio al que lo ansía".

6. Por la opresión de los humildes, por el gemido de los pobres, ahora me alzo yo, dice Yahveh: auxilio traigo a quien por él suspira.

7. Las palabras del Señor son palabras sinceras, plata pura refinada en el horno siete veces.

7. Las palabras de Yahveh son palabras sinceras, plata pura, de ras de tierra, siete veces purgada.

8. Tú, Señor, nos guardarás de ellos, nos librarás para siempre de esa escoria;

8. Tú, Yahveh, los guardarás, los librarás de esta ralea para siempre;

9. por todas partes abundan los malvados, la vileza está al colmo entre los hombres.

9. de todas partes se irán los impíos, colmo de vileza entre los hijos de Adán.





“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina