Encontrados 73 resultados para: confianza

  • Pero no hago así con mi siervo Moisés, que es en toda mi casa el hombre de confianza. (Números 12, 7)

  • Este pueblo pondrá incluso asedio a todas tus ciudades en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, hasta que se derrumben las más altas y fuertes murallas, en las que habías puesto tu confianza. (Deuteronomio 28, 52)

  • Gaal, hijo de Obed, con sus hermanos, vino a pasar por Siquén, y los nobles de Siquén pusieron su confianza en él; (Jueces 9, 26)

  • Aquís tenía confianza en David y se decía: "Seguramente se ha hecho odioso a su pueblo y será mi servidor para siempre". (I Samuel 27, 12)

  • Puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; ni antes ni después hubo un rey como él en Judá. (II Reyes 18, 5)

  • El copero mayor les dijo: "Decid a Ezequías: Esto dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿En qué pones tu confianza? (II Reyes 18, 19)

  • Pones tu confianza en el sostén de esa caña rota, en Egipto, que a quienquiera que se apoye sobre ella se le hincará en la mano y se la traspasará. Así será el Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. (II Reyes 18, 21)

  • Dios vino en su ayuda contra aquéllos, y los agareos y todos sus aliados cayeron en sus manos, pues en medio del combate invocaron el nombre de Dios, que escuchó su clamor por haber puesto en él su confianza. (I Crónicas 5, 20)

  • Los etíopes y los libios constituían un ejército numeroso, con una gran cantidad de carros y caballos. Y, sin embargo, fueron entregados en tus manos porque tú pusiste la confianza en el Señor. (II Crónicas 16, 8)

  • Se levantaron de madrugada y salieron hacia el desierto de Técoa. Cuando salían, Josafat se adelantó y dijo: "Escuchadme, habitantes de Judá y de Jerusalén. Tened confianza en el Señor, Dios nuestro, y estaréis seguros; tened fe en sus profetas, y triunfaréis". (II Crónicas 20, 20)

  • "Esto dice Senaquerib, rey de Asiria: ¿En qué ponéis vuestra confianza para seguir viviendo sitiados en Jerusalén? (II Crónicas 32, 10)

  • Puse al cargo de los almacenes al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc y al levita Pedayas y, como adjunto, a Janán, hijo de Zacur y nieto de Matanías, porque eran tenidos como personas de confianza. Su misión era hacer las reparticiones entre sus hermanos. (Nehemías 13, 13)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina