1. Al borde de los canales de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos

1. A orillas de los ríos de Babilonia estábamos sentados y llorábamos, acordándonos de Sión;

2. al acordarnos de Sión; en los sauces que por allí se encuentran habíamos colgado nuestras arpas.

2. en los álamos de la orilla teníamos colgadas nuestras cítaras.

3. Allí los que nos habían deportado nos pedían palabras de una canción y nuestros raptores, un canto de alegría: "¡Cántennos un canto de Sión!"

3. Allí nos pidieron nuestros deportadores cánticos, nuestros raptores alegría: «¡Cantad para nosotros un cantar de Sión!»

4. ¿Cómo íbamos a cantar un canto del Señor en un suelo extranjero?

4. ¿Cómo podríamos cantar un canto de Yahveh en una tierra extraña?

5. ¡Si me olvido de ti, Jerusalén, que mi derecha se olvide de mí!

5. ¡Jerusalén, si yo de ti me olvido, que se seque mi diestra!

6. Que mi lengua se pegue al paladar si de ti no me acuerdo, si no considero a Jerusalén como mi máxima alegría.

6. ¡Mi lengua se me pegue al paladar si de ti no me acuerdo, si no alzo a Jerusalén al colmo de mi gozo!

7. No te olvides, Señor, de los hijos de Edom que, el día en que cayó Jerusalén, decían: "¡Arrásenla, arrásenla hasta los mismos cimientos!"

7. Acuérdate, Yahveh, contra los hijos de Edom, del día de Jerusalén, cuando ellos decían: ¡Arrasad, arrasadla hasta sus cimientos!

8. Hija de Babilonia, que serás destruida, dichoso el que te hiciere los males que a nosotros nos hiciste.

8. ¡Hija de Babel, devastadora, feliz quien te devuelva el mal que nos hiciste,

9. ¡Dichoso aquel que agarre a tus pequeños y los estrelle contra las rocas!

9. feliz quien agarre y estrelle contra la roca a tus pequeños!





“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina