1. En Dios sólo descansa el alma mía, de él espero mi salvación.

1. Del maestro de coro... Yedutún. Salmo. De David.

2. Sólo él es mi roca y mi salvador, si es mi fortaleza, no he de vacilar.

2. En Dios sólo el descanso de mi alma, de él viene mi salvación;

3. ¿Hasta cuándo se lanzan todos contra uno, para juntos demolerlo como se echa abajo un muro, como se derriba una cerca?

3. sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar.

4. Todos sus proyectos son sólo engaños, su placer es mentir; con lo falso en la boca ellos bendicen, y en su interior maldicen.

4. ¿Hasta cuándo atacaréis a un solo hombre, le abatiréis, vosotros todos, como a una muralla que se vence, como a pared que se desploma?

5. Sólo en Dios tendrás tu descanso, alma mía, pues de él me viene mi esperanza.

5. Doblez sólo proyectan, su placer es seducir; con mentira en la boca, bendicen, y por dentro maldicen.

6. Sólo él es mi roca y mi salvador, si es mi fortaleza, no he de vacilar.

6. En Dios sólo descansa, oh alma mía, de él viene mi esperanza;

7. En Dios están mi salvación y mi gloria, él es mi roca y mi fuerza, en él me abrigo.

7. sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar;

8. Pueblo mío, confíen siempre en él, abran su corazón delante de él, Dios es nuestro refugio.

8. en Dios mi salvación y mi gloria, la roca de mi fuerza. En Dios mi refugio;

9. El vulgo no es más que una pelusa, y de los de arriba no se puede fiar. Si en la balanza se pusieran todos, ni un soplo pesarían

9. confiad en él, oh pueblo, en todo tiempo; derramad ante él vuestro corazón, ¡Dios es nuestro refugio!

10. No vayan a contar con la violencia ni se hagan ilusiones con la rapiña; el corazón no apeguen a las riquezas cuando se acrecientan.

10. Un soplo solamente los hijos de Adán, los hijos de hombre, una mentira; si subieran a la balanza serían menos que un soplo todos juntos.

11. Una vez Dios habló, dos cosas yo entendí: Que de Dios es la fuerza, y tuya es, oh Señor, también la gracia. Que eres tú quien retribuye a cada cual según sus obras.

11. No os fiéis de la opresión, no os ilusionéis con la rapiña; a las riquezas, cuando aumenten, no apeguéis el corazón.

12.

12. Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: Que de Dios es la fuerza,

13.

13. tuyo, Señor, el amor; y: Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras.





“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina