1. Palabra del Señor a mi señor: "¡Siéntate a mi derecha y ve cómo hago de tus enemigos la tarima de tus pies!"

1. De David. Salmo. Oráculo de Yahveh a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.

2. Desde Sión extenderá el Señor el cetro de tu mando: domina en medio de tus enemigos.

2. El cetro de tu poder lo extenderá Yahveh desde Sión: ¡domina en medio de tus enemigos!

3. "Tuyo es el principado desde el día de tu nacimiento; de mí en el monte sagrado tú has nacido; como nace el rocío de la aurora".

3. Para ti el principado el día de tu nacimiento, en esplendor sagrado desde el seno, desde la aurora de tu juventud.

4. Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres para siempre sacerdote a la manera de Melquisedec".

4. Lo ha jurado Yahveh y no ha de retractarse: «Tú eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec.»

5. A tu diestra está el Señor, aplasta a los reyes en el día de su cólera;

5. A tu diestra, Señor, él quebranta a los reyes el día de su cólera;

6. juzga a las naciones: está lleno de cadáveres, y de cabezas rotas a lo ancho de la tierra.

6. sentencia a las naciones, amontona cadáveres, cabezas quebranta sobre la ancha tierra.

7. El bebe del torrente, en el camino, por eso levanta su cabeza.

7. En el camino bebe del torrente, por eso levanta la cabeza.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina