1. Al Señor le imploro a grandes voces, al Señor le suplico a grandes voces.

1. Poema. De David. Cuando estaba en la cueva. Oración.

2. En su presencia explayo mi lamento y ante él relato mi aflicción

2. A Yahveh en mi clamor imploro. A Yahveh en mi clamor suplico.

3. cuando en mí desfallece mi espíritu, pero tú, ¿no conoces mi sendero? En el camino por donde pasaba ocultaron una trampa.

3. Ante él derramo mi lamento, mi angustia ante él expongo,

4. Dirige a la derecha tu mirada y ve cómo ninguno me conoce. Lejos de mí está cualquier refugio, nadie se preocupa de mi vida.

4. cuando el aliento en mí se apaga; mas tú conoces mi sendero. En el camino por donde voy me han escondido un lazo.

5. ¡A ti clamo, Señor, a ti te digo: "Tú eres mi esperanza, mi parte en la tierra de los que viven!"

5. A la derecha mira, y ve, nadie hay que me conozca. Huye de mí todo refugio, nadie hay que cuide de mi alma.

6. Atiende a mi clamor porque estoy muy decaído. Ponme a salvo de mis perseguidores, que son más fuertes que yo.

6. Hacia ti clamo, Yahveh; digo: ¡Tú, mi refugio, mi porción en la tierra de los vivos!

7. Sácame de la prisión para que dé gracias a tu Nombre. una ronda harán los justos en torno a mí al saber los favores que me has hecho.

7. Atiende a mi clamor, pues estoy abatido del todo. ¡Líbrame tú de mis perseguidores, pues son más fuertes que yo!

8.

8. ¡Saca mi alma de la cárcel, y daré gracias a tu nombre! En torno a mí los justos harán corro, por tu favor para conmigo.





“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina