1. Me puse alegre cuando me dijeron: "¡Vamos a la casa del Señor!"

1. Canción de las subidas. De David. ¡Oh, qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yahveh!

2. Ahora nuestros pasos se detienen delante de tus puertas, Jerusalén.

2. ¡Ya estamos, ya se posan nuestros pies en tus puertas, Jerusalén!

3. Jerusalén, edificada cual ciudad en que todo se funde en la unidad.

3. Jerusalén, construida cual ciudad de compacta armonía,

4. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, la asamblea de Israel, para alabar el Nombre del Señor.

4. a donde suben las tribus, las tribus de Yahveh, es para Israel el motivo de dar gracias al nombre de Yahveh.

5. Pues allí están las cortes de justicia, los ministerios de la casa de David.

5. Porque allí están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.

6. Para Jerusalén pidan la paz: "¡Que vivan tranquilos los que te aman!

6. Pedid la paz para Jerusalén: ¡en calma estén tus tiendas,

7. ¡Que la paz guarde tus muros y haya seguridad en tus palacios!"

7. haya paz en tus muros, en tus palacios calma!

8. Por mis hermanos y por mis amigos quiero decir: "¡La paz esté contigo!"

8. Por amor de mis hermanos y de mis amigos, quiero decir: ¡La paz contigo!

9. Por la casa del Señor nuestro Dios, pido para ti la felicidad.

9. ¡Por amor de la Casa de Yahveh nuestro Dios, ruego por tu ventura.





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina