1. Dirijo la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará ayuda?

1. Canción para las subidas. Alzo mis ojos a los montes: ¿de dónde vendrá mi auxilio?

2. Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

2. Mi auxilio me viene de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra.

3. No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián;

3. ¡No deje él titubear tu pie! ¡no duerme tu guardián!

4. jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel.

4. No, no duerme ni dormita el guardián de Israel.

5. El Señor es tu guardián y tu sombra, el Señor está a tu diestra.

5. Yahveh es tu guardián, tu sombra, Yahveh, a tu diestra.

6. Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche.

6. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

7. Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma.

7. Te guarda Yahveh de todo mal, él guarda tu alma;

8. El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre.

8. Yahveh guarda tus salidas y entradas, desde ahora y por siempre.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina