1. Escucha, oh Dios, mi voz cuando me quejo, me amenaza el enemigo, guarda mi vida;

1. Del maestro de coro. Salmo. De David.

2. escóndeme del complot de los malvados y de las maniobras de los criminales.

2. Escucha, oh Dios, la voz de mi gemido, del terror del enemigo guarda mi vida;

3. Afilaron sus lenguas como espada, tienen sus flechas, palabras de amenaza,

3. ocúltame a la pandilla de malvados, a la turba de los agentes de mal.

4. que tiran a ocultas contra el inocente, las lanzan de improviso y sin miedo.

4. Los que afilan su lengua como espada, su flecha apuntan, palabra envenenada,

5. Se animan entre sí para hacer el mal, estudian cómo disimular la trampa y dicen: "¿Quién verá

5. para tirar a escondidas contra el íntegro, le tiran de improviso y nada temen.

6. o quién descubrirá nuestros secretos?" Los sacará a la luz el que escudriña el fondo del hombre, lo profundo del ser.

6. Se envalentonan en su acción malvada, calculan para tender lazos ocultos, dicen: «¿Quién lo observará

7. Pero Dios les lanza sus flechas, y se ven heridos de repente.

7. y escrutará nuestros secretos?» El los escruta, aquel que escruta lo íntimo del hombre, el corazón profundo.

8. Sus propias palabras los hicieron caer y los que los ven los miran sin piedad.

8. Una saeta ha tirado Dios, repentinas han sido sus heridas;

9. Cada cual entonces empieza a temer, dice en voz alta que es obra de Dios, y comprende su acción .

9. les ha hecho caer por causa de su lengua, menean la cabeza todos los que los ven.

10. El justo se alegrará en el Señor y en él confiará; se congratularán todos los de recto corazón.

10. Todo hombre temerá. anunciará la obra de Dios y su acción comprenderá.

11.

11. El justo se alegrará en Yahveh, en él tendrá cobijo; y se gloriarán todos los de recto corazón.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina