1. Líbrame, Señor, del hombre malvado, defiéndeme de la gente violenta,

1. Del maestro de coro. Salmo. De David.

2. de los que en su corazón maquinan males y que provocan riñas cada día;

2. Líbrame, Yahveh, del hombre malo, del hombre violento guárdame,

3. que cual serpiente afilan sus lenguas y un veneno de víbora hay en sus labios.

3. los que en su corazón maquinan males, y peleas albergan todo el día,

4. Señor, protégeme de manos del impío, defiéndeme de la gente violenta, que piensan cómo hacerme tropezar.

4. aguzan su lengua igual que una serpiente, veneno de víbora hay bajo sus labios. Pausa

5. Los soberbios me han puesto un lazo oculto, han tendido redes bajo mis pies y me han puesto trampas junto al sendero.

5. Presérvame, Yahveh, de las manos del impío, del hombre violento guárdame, los que proyectan trastornar mis pasos,

6. Dije al Señor: "Tú eres mi Dios, presta atención, Señor, a la voz de mi súplica".

6. los insolentes que me han ocultado cepo y lazos, y tienden una red bajo mis pies, y al borde del sendero me han emplazado trampas.

7. Señor Dios, poderoso para salvar, tú cubres mi cabeza el día del combate.

7. Yo he dicho a Yahveh: Tú eres mi Dios, escucha, Yahveh, la voz de mis súplicas.

8. No consientas, Señor, los deseos del malvado, no dejes que su plan se realice.

8. Oh Yahveh, Señor mío, fuerza de mi salvación, tú cubres mi cabeza el día del combate.

9. Que no alcen su cabeza los que me asedian, que la malicia de sus labios los ahogue;

9. No otorgues, Yahveh, al impío su deseo, no dejes que su plan se realice. Los que me asedian no alcen sobre mí

10. que lluevan sobre ellos brasas ardientes, que los eches al abismo y no salgan.

10. su cabeza, Pausa ahóguelos la malicia de sus labios;

11. Que la tierra rechace al detractor y persiga al violento el mal sin tregua.

11. llueva sobre ellos carbones encendidos, en el abismo hundidos, no se levanten más;

12. Sé que el Señor hará justicia al desvalido y dará a los pobres la razón.

12. no arraigue más en la tierra el deslenguado. al violento lo atrape de golpe la desgracia.

13. Los justos darán gracias a tu Nombre, los hombres rectos se quedarán en tu presencia.

13. Sé que Yahveh al humilde hará justicia, y llevará el juicio de los pobres.

14.

14. Sí, los justos darán gracias a tu nombre, los rectos morarán en tu presencia.





“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina