1. En voz alta clamo a Dios, en voz alta para que me escuche.

1. Del maestro de coro... Yedutún. De Asaf. Salmo.

2. Busqué al Señor, en el momento de la prueba, de noche sin descanso, hacia él tendí mi mano y mi alma se negó a ser consolada.

2. Mi voz hacia Dios: yo clamo, mi voz hacia Dios: él me escucha.

3. No me acuerdo de Dios sin que no gima, si medito, una duda acosa mi espíritu.

3. En el día de mi angustia voy buscando al Señor, por la noche tiendo mi mano sin descanso, mi alma el consuelo rehúsa.

4. No me permite dormir, me perturbo y me faltan las palabras.

4. De Dios me acuerdo y gimo, medito, y mi espíritu desmaya.

5. Es que pienso en los días de otrora, en los tiempos antiguos...

5. Los párpados de mis ojos tú retienes, turbado estoy, no puedo hablar;

6. Y me acuerdo, y por la noche mi corazón se atormenta, medito y mi espíritu se interroga:

6. pienso en los días de antaño, de los años antiguos

7. ¿Nos rechazará Dios para siempre y no reabrirá el tiempo de sus favores?

7. me acuerdo; en mi corazón musito por la noche, medito y mi espíritu inquiere:

8. ¿Ha clausurado su gracia para siempre, y encerrado su palabra para el futuro?

8. ¿Acaso por los siglos desechará el Señor, no volverá a ser propicio?

9. ¿Se ha olvidado Dios de su compasión o la cólera ha cerrado sus entrañas?

9. ¿Se ha agotado para siempre su amor? ¿Se acabó la Palabra para todas las edades?

10. Y me dije: "Lo que me traspasa es que ha cambiado la diestra del Altísimo".

10. ¿Se habrá olvidado Dios de ser clemente, o habrá cerrado de ira sus entrañas?

11. Recuerdo las hazañas del Señor, recuerdo tus milagros de otros tiempos,.

11. Y digo: «Este es mi penar: que se ha cambiado la diestra del Altísimo.»

12. En tus obras medito, una a una, y pienso en tus hazañas.

12. Me acuerdo de las gestas de Yahveh, sí, recuerdo tus antiguas maravillas,

13. ¡Oh Dios, en tus obras todo es santo! ¿qué dios es tan grande como nuestro Dios?

13. medito en toda tu obra, en tus hazañas reflexiono.

14. Tú eres el Dios que hace maravillas, tú demuestras tu fuerza entre los pueblos.

14. ¡Oh Dios, santos son tus caminos! ¿Qué dios hay grande como Dios?

15. Por tu brazo, a tu pueblo rescataste, a los hijos de Jacob y de José.

15. Tú, el Dios que obras maravillas, manifestate tu poder entre los pueblos;

16. Oh Dios, las aguas te vieron, te vieron y se estremecieron, y hasta sus honduras enmudecieron.

16. con tu brazo a tu pueblo rescataste, a los hijos de Jacob y de José. Pausa .

17. Las nubes descargaron aguaceros, las nubes hicieron oír su voz, mientras tus flechas se arremolinaban.

17. Viéronte, oh Dios, las aguas, las aguas te vieron y temblaron, también se estremecieron los abismos.

18. Se oía de tu trueno el retumbar, tus relámpagos el mundo iluminaban, la tierra se asombraba y estremecía.

18. Las nubes derramaron sus aguas, su voz tronaron los nublados, también cruzaban tus saetas.

19. Tu camino cruzaba por el mar, por aguas profundas corrían tus senderos, y nadie supo dar cuenta de tus huellas.

19. ¡Voz de tu trueno en torbellino! Tus relámpagos alumbraban el orbe, la tierra se estremecía y retemblaba.

20. Tú guiabas a tu pueblo, a tu rebaño, por la mano de Moisés y de Aarón.

20. Por el mar iba tu camino, por las muchas aguas tu sendero, y no se descubrieron tus pisadas.

21.

21. Tú guiaste a tu pueblo cual rebaño por la mano de Moisés y de Aarón.





“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina