1. Canción de las subidas. Hacia Yahveh, cuando en angustias me encontraba, clamé, y él me respondió.

2. ¡Yahveh, libra mi alma del labio mentiroso, de la lengua tramposa!

3. ¿Qué te dará y qué te añadirá, lengua tramposa?

4. ¡Flechas de guerrero afiladas con brasas de retama!

5. ¡Qué desgracia para mí vivir en Mések, morar en las tiendas de Quedar!

6. Harto ha vivido ya mi alma con los que odian la paz.

7. Que si yo hablo de paz, ellos prefieren guerra.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina