0. ¡Aleluya!

1. ¡Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas!

2. ¡Cantadle, salmodiad para él, sus maravillas todas recitad;

3. gloriaos en su santo nombre, se alegre el corazón de los que buscan a Yahveh!

4. ¡Buscad a Yahveh y su fuerza, id tras su rostro sin descanso,

5. recordad las maravillas que él ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca!

6. Raza de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido:

7. él, Yahveh, es nuestro Dios, por toda la tierra sus juicios.

8. El se acuerda por siempre de su alianza, palabra que impuso a mil generaciones,

9. lo que pactó con Abraham, el juramento que hizo a Isaac,

10. y que puso a Jacob como precepto, a Israel como alianza eterna,

11. diciendo: «Yo te daré la tierra de Canaán por parte de vuestra herencia».

12. Aunque ellos eran poco numerosos, gente de paso y forasteros allí,

13. cuando iban de nación en nación, desde un reino a otro pueblo,

14. a nadie permitió oprimirles, por ellos castigó a los reyes:

15. «Guardaos de tocar a mis ungidos, ni mal alguno hagáis a mis profetas.»

16. Llamó al hambre sobre aquel país, todo bastón de pan rompió;

17. delante de ellos envió a un hombre, José, vendido como esclavo.

18. Sus pies vejaron con grilletes, por su cuello pasaron las cadenas,

19. hasta que se cumplió su predicción, y le acreditó la palabra de Yahveh.

20. El rey mandó a soltarle, el soberano de pueblos, a dejarle libre;

21. le erigió señor sobre su casa, y de toda su hacienda soberano,

22. para instruir a su gusto a sus magnates, y a sus ancianos hacer sabios.

23. Entonces Israel entró en Egipto, Jacob residió en el país de Cam.

24. El aumentó a su pueblo en gran manera, le hizo más fuerte que sus adversarios;

25. cambió el corazón de éstos para que odiasen a su pueblo y a sus siervos pusieran asechanzas.

26. Luego envió a Moisés su servidor, y Aarón, su escogido,

27. que hicieron entre ellos sus señales anunciadas, prodigios en el país de Cam.

28. Mandó tinieblas y tinieblas hubo, mas ellos desafiaron sus palabras.

29. Trocó en sangre sus aguas y a sus peces dio muerte.

30. Pululó de ranas su país, hasta en las moradas de sus reyes;

31. mandó él, y vinieron los mosquitos, los cínifes por toda su comarca.

32. Les dio por lluvia el granizo, llamas de fuego en su país;

33. hirió sus viñedos, sus higueras, y los árboles quebró de su comarca.

34. Dio la orden, y llegó la langosta, y el pulgón en número incontable;

35. comieron toda hierba en su país, comieron el fruto de su suelo.

36. E hirió en su país a todo primogénito, las primicias de todo su vigor;

37. y a ellos los sacó con plata y oro, ni uno solo flaqueó de entre sus tribus.

38. Egipto se alegró de su salida, pues era presa del terror.

39. El desplegó una nube por cubierta, y un fuego para alumbrar de noche.

40. Pidieron, y trajo codornices, de pan de los cielos los hartó;

41. abrió la roca, y brotaron las aguas, como río corrieron por los sequedales.

42. Recordando su palabra sagrada dada a Abraham su servidor,

43. sacó a su pueblo en alborozo, a sus elegidos entre gritos de júbilo.

44. Y las tierras les dio de las naciones, el trabajo de las gentes heredaron,

45. a fin de que garden sus preceptos y sus leyes observen.






“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina