1. Salmo. De David. ¡Rendid a Yahveh, hijos de Dios, rendid a Yahveh gloria y poder!

2. Rendid a Yahveh la gloria de su nombre, postraos ante Yahveh en esplendor sagrado.

3. Voz de Yahveh sobre las aguas; el Dios de gloria truena, ¡es Yahveh, sobre las muchas aguas!

4. Voz de Yahveh con fuerza, voz de Yahveh con majestad.

5. Voz de Yahveh que desgaja los cedros, Yahveh desgaja los cedros del Líbano,

6. hace brincar como un novillo al Líbano, y al Sarión como cría de búfalo.

7. Voz de Yahveh que afila llamaradas.

8. Voz de Yahveh, que sacude el desierto, sacude Yahveh el desierto de Cadés.

9. Voz de Yahveh, que estremece las encinas, y las selvas descuaja, mientras todo en su Templo dice: ¡Gloria!

10. Yahveh se sentó para el diluvio, Yahveh se sienta como rey eterno.

11. Yahveh da el poder a su pueblo, Yahveh bendice a su pueblo con la paz.






“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina