1. Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

2. Cuando clamo, respóndeme, oh Dios mi justiciero, en la angustia tú me abres salida; tenme piedad, escucha mi oración.

3. Vosotros, hombres, ¿hasta cuándo seréis torpes de corazón, amando vanidad, rebuscando mentira?

4. ¡Sabed que Yahveh mima a su amigo, Yahveh escucha cuando yo le invoco.

5. Temblad, y no pequéis; hablad con vuestro corazón en el lecho ¡y silencio!

6. Ofreced sacrificios de justicia y confiad en Yahveh.

7. Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?» ¡Alza sobre nosotros la luz de tu rostro! Yahveh,

8. tú has dado a mi corazón más alegría que cuando abundan ellos de trigo y vino nuevo.

9. En paz, todo a una, yo me acuesto y me duermo, pues tú solo, Yahveh, me asientas en seguro.





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina