Salmos, 1
2. mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
2. mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
El Salmo 1 es un salmo de sabiduría que describe las bendiciones que vienen a quienes eligen seguir la ley de Dios. El Salmo habla sobre cómo los justos son bendecidos y cómo perecerán los malvados. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 1:
Salmo 19:7: "La ley del Señor es perfecta y vigoriza el alma. Los testigos del Señor son dignos de confianza y hacen que el sin experiencia sea sabio". Este versículo destaca la importancia de la ley de Dios y cómo es capaz de dar sabiduría y renovar el alma de quienes la siguen.
Salmo 32:1-2: "Bendito es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado está cubierto. Bendito hombre, el hombre al que el Señor no atribuye la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay error". Este versículo habla sobre las bendiciones que vienen con el perdón de los pecados y la eliminación de la culpa.
Salmo 112:1: "¡Aleluya! ¡Qué feliz es el hombre que teme al Señor y tiene un gran placer en sus mandamientos!" Este versículo destaca la felicidad que viene a quienes temen al Señor y se deleitan en seguir sus mandamientos.
Proverbios 3:1-2: "Mi hijo, no olvides mi ley; y tu corazón mantiene mis mandamientos. Porque aumentarán tus días y agregarán años de vida y paz". Este versículo destaca cómo seguir la ley de Dios puede conducir a una vida más larga y más pacífica.
Jeremías 17:7-8: "Bendito es el hombre que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor. Porque él será como el árbol plantado por las aguas, que extiende sus raíces al Ribeiro, y no teme cuando Viene el calor, pero su hoja se vuelve verde; y en el año de Sequidência no está aturdida, ni no da frutos ". Este versículo habla sobre las bendiciones que vienen a quienes confían en el Señor y cómo pueden prosperar y dar frutos en todas las circunstancias.
“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina