1. En el Señor he puesto mi refugio; ¿cómo dicen a mi alma: "Huye, cual un pájaro, hacia el monte,

1. Del maestro de coro. De David. En Yahveh me cobijo; ¿cómo decís a mi alma: «Huye, pájaro, a tu monte?

2. porque los impíos tensan su arco, y ajustan sus flechas a la cuerda para herir en la sombra a los de recto corazón.

2. «He aquí que los impíos tensan su arco, ajustan a la cuerda su saeta, para tirar en la sombra a los de recto corazón.

3. Si han cedido los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?"

3. Si están en ruinas los cimientos, ¿que puede hacer el justo?»

4. El Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos están observando y fija su mirada en los hijos de Adán.

4. Yahveh en su Templo santo, Yahveh, su trono está en los cielos; ven sus ojos el mundo, sus párpados exploran a los hijos de Adán.

5. El Señor explora al justo y al impío, y su alma odia a quien ama la violencia.

5. Yahveh explora al justo y al impío; su alma odia a quien ama la violencia.

6. Hará llover sobre los malvados carbones encendidos y azufre y un viento abrasador les tocará en suerte.

6. ¡Llueva sobre los impíos brasas y azufre, y un viento abrasador por porción de su copa!

7. Porque el Señor es justo y ama la justicia, los que son rectos contemplarán su rostro.

7. Que es justo Yahveh y lo justo ama, los rectos contemplarán su rostro.





“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina