1. Esforzado en la guerra fue Josué, hijo de Nun, sucesor de Moisés como profeta; él fue, de acuerdo con su nombre, grande para salvar a los elegidos del Señor, para tomar venganza de los enemigos que surgían e introducir a Israel en su heredad.

1. ¡Qué valiente en la guerra era ese Josué, hijo de Nun, que reemplazó a Moisés como profeta! Como lo dice su nombre, fue grandioso cuando se trataba de librar a los elegidos de Dios. Se vengó de los enemigos que lo atacaban e instaló a Israel en su territorio.

2. ¡Qué gloria ganó cuando alzaba la mano y blandía la espada contra las ciudades!

2. ¡Qué glorioso era cuando, levantando su brazo, hería a las ciudades con su espada!

3. ¿Quién antes de él tan firme fue? ¡Que las batallas del Señor él las hacía!

3. ¿Quién antes de él supo guerrear como él? Sabía llevar adelante los combates del Señor.

4. ¿No se detuvo el sol ante su mano y un día llegó a ser como dos?

4. ¿No fue a una orden suya que el sol se detuvo y que un día duró tanto como dos?

5. El invocó al Altísimo Soberano, cuando los enemigos por todas partes le estrechaban, y le atendió el Gran Señor lanzando piedras de granizo de terrible violencia.

5. Invocó al Altísimo, al Poderoso, cuando sus enemigos lo atacaban por todas partes, y el Amo supremo lo escuchó haciendo llover tremendos granizos.

6. Cayó de golpe sobre la nación hostil, y en la bajada aniquiló a los adversarios, para que conocieran las naciones la fuerza de sus armas, porque era frente al Señor la guerra de ellas.

6. Josué embistió entonces a la nación enemiga, alcanzó a sus adversarios y los masacró en la bajada. Así fue como los paganos probaron sus armas y comprendieron que combatía para el Señor.

7. Pues caminó en seguimiento del Todopoderoso, hizo el bien en los días de Moisés, él y también Caleb, hijo de Yefunné, resistiendo ante la asamblea, cerrando al pueblo el paso del pecado, reduciendo a silencio la murmuración de la maldad.

7. Josué siguió siempre al Todopoderoso. En tiempos de Moisés, junto con Caleb, hijo de Jefuné, actuó bien oponiéndose a la multitud, trató de apartar al pueblo del pecado y de hacer callar las murmuraciones de los malvados.

8. Y ellos dos solos se salvaron entre seiscientos mil hombres de a pie, para ser introducidos en la herencia, en la tierra que mana leche y miel.

8. Por eso fueron los dos únicos que sobrevivieron entre seicientos mil hombres de guerra: el Señor los introdujo en su heredad, en la tierra en que corren la leche y la miel.

9. Y el Señor dio a Caleb la fuerza que le duró hasta su vejez, le hizo subir a lo alto de la tierra, que como herencia conservó su linaje,

9. A Caleb el Señor le concedió la fuerza, la que lo acompañó hasta en su vejez. Se estableció en las alturas del país y sus descendientes conservaron esa herencia.

10. para que sepan todos los hijos de Israel que es bueno caminar en seguimiento del Señor.

10. Así sabrán todos los hijos de Israel que es bueno seguir al Señor.

11. También los jueces, cada cual según su nombre, ellos cuyo corazón no se prostituyó, y que del Señor no se apartaron: ¡sea su recuerdo lleno de bendición,

11. Luego vinieron los Jueces: cada uno de ellos tiene su propia fama. Su corazón no se vendió a los falsos dioses, y no se apartaron del Señor. ¡Que sean benditos para siempre!

12. reflorezcan sus huesos en la tumba, y sus nombres se renueven en los hijos de estos hombres ilustres!

12. ¡Que sus huesos reflorezcan en sus tumbas, que los hijos de esos hombres ilustres sean dignos del nombre de sus padres!

13. Amado fue de su Señor Samuel, profeta del Señor fundó la realeza, y ungió a los príncipes puestos sobre su pueblo.

13. Samuel fue amado del Señor. Como profeta del Señor estableció la realeza y dio la unción santa a los jefes de su pueblo.

14. Según la ley del Señor juzgó a la asamblea, y el Señor pueso sus ojos en Jacob.

14. Gobernó a la Asamblea según la ley del Señor, y el Señor se preocupó por Jacob.

15. Por su fidelidad se acreditó como profeta, por sus oráculos fue reconocido fiel vidente.

15. Reconocieron que era profeta y que no se equivocaba; cuando se cumplieron sus palabras, reconocieron que sus visiones eran verdaderas.

16. Invocó al Señor Todopoderoso cuando los enemigos por todas partes le estrechaban, ofreciendo un cordero lechal.

16. Cuando el enemigo lo presionaba por todas partes, invocó al Señor poderoso y le sacrificó un corderito.

17. Y tronó el Señor desde los cielos, con gran ruido hizo resonar su voz;

17. Entonces el Señor hizo resonar su trueno en el cielo y dejó oír su voz con gran estruendo.

18. aplastó a los jefes adversarios y a todos los príncipes de los filisteos.

18. Samuel exterminó a los jefes enemigos y a todos los príncipes de los Filisteos.

19. Antes de la hora de su sueño eterno, dio testimonio ante el Señor y su ungido: «Bienes, ni siquiera sandalias, a nadie le he tomado», y nadie reclamó nada de él.

19. Cuando llegó la hora de su sueño eterno, dio testimonio delante del Señor y de su Ungido: "¡Nada he tomado a nadie, ni dinero, ni siquiera un par de sandalias!" y nadie lo acusó.

20. Y después de dormido todavía profetizó y anunció al rey su fin; del seno de la tierra alzó su voz en profecía para borrar la iniquidad del pueblo.

20. Incluso profetizó hasta después de su muerte: levantó su voz desde el seno de la tierra para anunciarle al rey que su fin estaba próximo y decirle que el Señor le haría pagar al pueblo su pecado.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina