1. En tus riquezas no te apoyes ni digas: «Tengo bastante con ellas.»

1. No te sientas seguro con tu riqueza ni pienses: "¡Me basto a mí mismo!"

2. No te dejes arrastrar por tu deseo y tu fuerza para seguir la pasión de tu corazón.

2. No te dejes arrastrar por la violencia o el deseo de tener: harán de ti su esclavo.

3. No digas: «¿Quién me domina a mí?», porque el Señor cierto que te castigará.

3. No digas: "¡Nadie me lo impedirá!" El Señor puede castigarte.

4. No digas: «Pequé, y ¿qué me ha pasado?», porque el Señor es paciente.

4. No digas: "¡Pequé y no me pasó nada!" El Señor se toma todo su tiempo.

5. Del perdón no te sientas tan seguro que acumules pecado tras pecado.

5. No estés demasiado seguro del perdón cuando acumules pecados.

6. No digas: «Su compasión es grande, él me perdonará la multitud de mis pecados.» Porque en él hay misericordia, pero también hay cólera, y en los pecadores se desahoga su furor.

6. No digas: "¡La misericordia del Señor es grande, perdonará mis pecados por numerosos que sean!". Porque en él se encuentran misericordia y reprobación; su cólera se deja caer sobre los pecadores.

7. No te tardes en volver al Señor, no lo difieras de un día para otro, pues de pronto salta la ira del Señor, y perecerás al tiempo del castigo.

7. No tardes en volver al Señor, no postergas cada día más, no sea que llegue el día del ajuste de cuentas; se encenderá de repente la cólera del Señor y tú perecerás.

8. No te apoyes en riquezas injustas, que de nada te servirán el día de la adversidad.

8. No cuentes con las riquezas mal adquiridas, de nada te servirán el día de la desgracia.

9. No avientes a cualquier viento, ni vayas por cualquier senda, (así hace el pecador de lengua doble).

9. No te dejes llevar por la corriente, no estés en dos caminos a la vez; esto es propio del pecador que usa un doble lenguaje.

10. Manténte firme en tu pensamiento, y sea una tu palabra.

10. Mantente firme en tus convicciones y sé un hombre de palabra.

11. Sé pronto en escuchar, y tardo en responder.

11. Aprende a escuchar y tómate tu tiempo para responder.

12. Si sabes alguna cosa, a tu prójimo responde, si no, pon tu mano en la boca.

12. Si sabes de qué hablas, respóndele a tu interlocutor; si no, guarda silencio.

13. Gloria y deshonra caben en el hablar, y en la lengua del hombre está su ruina.

13. Tus palabras te pueden traer gloria o descrédito; la lengua de un hombre prepara su caída.

14. Que no se te llame maldiciente, no pongas lazos con tu lengua, que sobre el ladrón cae la vergüenza, y dura condenación sobre la lengua doble.

14. ¡No permitas que te consideren como un mendigo o como un tramposo! Un ladrón atrae sobre sí la vergüenza, pero el hipócrita también tendrá su condenación.

15. Ni en lo grande ni en lo pequeño yerres, ni de amigo te vuelvas enemigo.

15. Evita el pecado, ya sea de grandes o pequeñas cosas; no te conviertas en enemigo del que era tu amigo.





“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina