1. Todo amigo dice: «También yo soy tu amigo», pero hay amigo que lo es sólo de nombre.

1. Todos tus amigos dirán: "Yo también te amo", pero ten cuidado, pues el amigo sólo puede serlo de nombre.

2. ¿No es para uno una mortal tristeza un compañero o amigo trocado en enemigo?

2. ¿No es una tristeza mortal que un compañero o un amigo se vuelva enemigo?

3. ¡Oh intención perversa! ¿de dónde saliste para cubrir la tierra de engaño?

3. ¡Oh mal deseo, ¿de dónde saliste para cubrir la tierra de tantos embustes?!

4. El compañero disfruta en el contento del amigo, pero al tiempo de tribulación se volverá contra él.

4. Miren a ese camarada que se aprovecha de la buena fortuna de su amigo: apenas llega la desgracia, se vuelve en su contra.

5. El compañero compadece al amigo por interés, y cuando llega el combate embraza el escudo.

5. Miren a ese compañero que sufre por su amigo mientras se aprovecha para llenarse el estómago: apenas llega el peligro, sólo piensa en ponerse a salvo.

6. No te olvides de tu amigo en tu alma, ni pierdas su recuerdo cuando seas rico.

6. Que tu corazón no se olvide de tu amigo, no lo dejes en la miseria si tu te haces rico.

7. Todo consejero da consejos, pero hay quien aconseja en su interés.

7. Todo consejero hace valer su consejo, pero más de alguno aconseja sólo por interés.

8. Del consejero guarda tu alma, conoce primero qué necesita - porque en su propio interés dará consejo -, no sea que eche sobre ti la suerte,

8. Pon atención en el que te aconseja: pregúntate primero qué es lo que necesita, porque hablará según su interés. Tal vez trate de conquistarte.

9. y te diga: «Bueno es tu camino», quedándose enfrente para ver qué te sucede.

9. Tal vez te diga: "Tu decisión es buena", y luego se quedará observando lo que te sucede.

10. No te aconsejes del que te mira con desprecio, y de los que te envidian oculta tu consejo;

10. No consultes al que no confía en ti, oculta tus intenciones a los que te tienen envidia.

11. ni te aconsejes con mujer sobre su rival, con cobarde acerca la guerra, con negociante respecto del comercio, con comprador sobre la venta, con envidioso sobre la gratitud, con despiadado sobre la generosidad, con perezoso sobre cualquier trabajo, con temporero sobre el término de una obra, con siervo ocioso sobre un trabajo grande: no cuentes con éstos para ningún consejo.

11. No consultes jamás a una mujer sobre su rival; a un cobarde a propósito de la guerra; a un negociante sobre una tasa de interés; a un comprador si vendes algo; a un envidioso si se trata de un agradecimiento; a un flojo sobre algo que hay que hacer; a un jornalero por el fin de su trabajo; a un sirviente holgazán por un trabajo pesado.

12. Sino recurre siempre a un hombre piadoso, de quien sabes bien que guarda los mandamientos, cuya alma es según tu alma, y que, si caes, sufrirá contigo.

12. Busca más bien la compañía de un verdadero creyente, que tú sepas que es respetuoso de los mandamientos, cuya alma está cerca de la tuya y que compartirá tu sufrimiento si tú fracasas.

13. Y mantén firme el consejo de tu corazón, que nadie es para ti más fiel que él.

13. Luego mantente firme en la decisión que nacerá de ti, porque nadie merece más tu confianza.

14. Pues el alma del hombre puede a veces advertir más que siete vigías sentados en lo alto para vigilar.

14. Nuestra propia intuición ve a veces más claro que los siete centinelas que vigilan en lo alto.

15. Y por encima de todo esto suplica al Altísimo, para que enderece tu camino en la verdad.

15. Pero sobre todo invoca al Altísimo para que te guíe en la verdad.

16. Principio de toda obra es la palabra, y antes de toda acción está el consejo.

16. Antes de emprender algo hay que pensarlo; antes de cualquier acción hay un proyecto.

17. Raíz de los pensamientos es el corazón, de él salen cuatro ramas:

17. Tus opciones orientan tus pasos según cuatro direcciones:

18. bien y mal, vida y muerte, mas la que siempre los domina es la lengua.

18. el bien o el mal, la vida o la muerte. La elección que hagas depende de tu propia decisión.

19. Hay hombre diestro que adoctrina a muchos, y para sí mismo es un inútil.

19. Hay hombres que son buenos para instruir a los demás, pero que no sirven para ayudarse a sí mismos.

20. Hay quien se hace el sabio en palabras y es aborrecido, y que acabará sin tener qué comer.

20. El que es bueno para hablar se hace odiar: lo dejarán morir de hambre.

21. Pues no se le dio la gracia que viene del Señor, porque estaba vacío de toda sabiduría.

21. El Señor no lo favorece en nada, porque está desprovisto de sabiduría.

22. Hay quien para sí mismo es sabio, y los frutos de su inteligencia son, según él, dignos de fe.

22. Otro es sabio a sus propios ojos; él mismo afirma que su sabiduría es provechosa.

23. El varón sabio enseña a su pueblo, y los frutos de su inteligencia son dignos de fe.

23. El hombre sabio instruye a su propio pueblo: uno puede fiarse de los frutos de su inteligencia.

24. El varón sabio es colmado de bendiciones, y le llaman feliz todos los que le ven.

24. El hombre sabio está colmado de bendiciones, todos los que lo ven lo alaban.

25. La vida del hombre tiene días contados, mas los días de Israel no tienen número.

25. Los días del hombre son contados, pero los días de Israel sobrepasarán cualquier medida.

26. El sabio en su pueblo se gana la confianza, y su nombre vivirá por los siglos.

26. El sabio gozará de la confianza de su pueblo; su nombre perdurará para siempre.

27. Hijo, en tu vida prueba tu alma, ve lo que es malo para ella y no se los des.

27. Hijo mío, ve por ti mismo lo que te conviene: ve lo que es malo para ti y aprende a evitarlo.

28. Pues no a todos les conviene todo, y no a todo el mundo le gusta lo mismo.

28. Porque no todo conviene a todos, y todos no se contentan con las mismas cosas.

29. No seas insaciable de todo placer, y no te abalances sobre la comida,

29. No abuses de todo lo que te gusta, no te abalances sobre la comida,

30. porque en el exceso de alimento hay enfermedad, y la intemperancia acaba en cólicos.

30. porque comer demasiado enferma, y la gula provoca indigestión.

31. Por intemperancia han muerto muchos, pero el que se vigila prolongará su vida.

31. Mucha gente ha muerto por esos excesos, mientras que los que se moderan prolongan su vida.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina