1. Así hace el que teme al Señor, el que abraza la Ley logra sabiduría.

1. Esta es la suerte del que teme al Señor; el que se da a la Ley obtendrá la sabiduría.

2. Como una madre le sale ella al encuentro, le acoge como una esposa virgen.

2. Le saldrá al encuentro como una madre, y lo acogerá como una joven esposa.

3. Le alimenta con pan de inteligencia, el agua de la sabiduría le da a beber.

3. Lo alimentará con el pan de la inteligencia y le dará a beber el agua de la sabiduría.

4. Se apoya él en ella y no se dobla, a ella se adhiere y no queda confundido.

4. Puede contar con ella: no vacilará. Se apoyará en ella y no caerá.

5. Ella le exalta por encima de sus prójimos, en medio de la asamblea le abre la boca.

5. La sabiduría lo destacará entre los que lo rodean, y tomará la palabra en la asamblea.

6. Contento y corona de gloria encuentra él, nombre eterno en herencia recibe.

6. Será coronado de felicidad y de alegría, y su nombre será famoso para siempre.

7. Jamás la lograrán los insensatos, los pecadores nunca la verán.

7. Los imbéciles jamás conseguirán la sabiduría, los pecadores nunca la verán.

8. Lejos está del orgullo, los mentirosos no se acuerdan de ella.

8. Se mantiene alejada de los orgullosos, y los mentirosos no la conocerán.

9. No cabe la alabanza en boca del pecador, porque no le viene del Señor.

9. De nada vale la alabanza en boca del pecador, pues ella no viene del Señor.

10. Que en la sabiduría se expresa la alabanza, y el Señor la guía por buen camino.

10. Debe venir de un sabio, porque entonces es el Señor quien lo inspira.

11. No digas: «Por el Señor me he apartado», que lo que él destesta, no lo hace.

11. No digas: "¡Dios me hizo pecar!" porque él no hace lo que odia.

12. No digas: «El me ha extraviado», pues él no ha menester del pecador.

12. No digas: "¡Me hizo cometer un error!" porque no necesita a un pecador.

13. Toda abominación odia el Señor, tampoco la aman los que le temen a él.

13. El Señor detesta el mal, y de igual modo lo detestan los que temen al Señor.

14. El fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío.

14. Cuando al principio creó al hombre, lo dejó en manos de su propia conciencia:

15. Si tú quieres, guardarás los mandamientos, para permanecer fiel a su beneplácito.

15. Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel.

16. El te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano.

16. Ante ti puso el fuego y el agua: extiende la mano a lo que prefieras.

17. Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual, se le dará.

17. Delante de los hombres están la vida y la muerte, a cada uno se le dará lo que ha elegido.

18. Que grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder, todo lo ve.

18. ¡Qué grande es la sabiduría del Señor, qué fuerte y poderoso es él! él todo lo ve.

19. Sus ojos están sobre los que le temen, él conoce todas las obras del hombre.

19. Su mirada se posa en los que le temen; conoce todas las acciones de los hombres.

20. A nadie ha mandado ser impío, a nadie ha dado licencia de pecar.

20. A nadie le ha pedido que sea impío, a nadie le ha dado permiso para que peque.





“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina