1. El que ama a su hijo, le azota sin cesar, para poderse alegrar en su futuro.

1. El que ama a su hijo no le escatima los azotes, más tarde ese hijo será su consuelo.

2. El que enseña a su hijo, sacará provecho de él, entre sus conocidos de él se gloriará.

2. El que educa bien a su hijo, tendrá sus satisfacciones; se sentirá orgulloso de él delante de sus parientes.

3. El que instruye a su hijo, pondrá celoso a su enemigo, y ante sus amigos se sentirá gozoso.

3. El que instruye a su hijo será envidiado por su enemigo; y se alegrará de él delante de sus amigos.

4. Murió su padre, y como si no hubiera muerto, pues dejó tras de sí un hombre igual que él.

4. Cuando su padre desaparezca, será como si no hubiera muerto, porque dejará tras de sí a otro como él.

5. En su vida le mira con contento, y a su muerte no se siente triste.

5. Durante su vida, su felicidad era verlo, cuando llegue la muerte no sentirá pena.

6. Contra sus enemigos deja un vengador, y para los amigos quien les pague sus favores.

6. Porque deja a los suyos un defensor frente a sus enemigos, y quien devuelva los favores a sus amigos.

7. El que mima a su hijo, vendará sus heridas, a cada grito se le conmoverán sus entrañas.

7. El que mima a su hijo tendrá que curar sus heridas; tendrá que ceder al más leve de sus gritos.

8. Caballo no domado, sale indócil, hijo consentido, sale libertino.

8. Un caballo chúcaro no se puede montar, un hijo dejado a sus caprichos se vuelve insolente.

9. Halaga a tu hijo, y te dará sorpresas juega con él, y te traerá pesares.

9. ¿Quieres mimar a tu hijo? un día te hará temblar; juguetea con él, te causará tristeza.

10. No rías con él, para no llorar y acabar rechinando de dientes.

10. No te rías con él si no quieres un día afligirte con él y tener al fin que rechinar los dientes.

11. No le des libertad en su juventud, y no pases por alto sus errores.

11. No le des rienda suelta en su juventud,

12. Doblega su cerviz mientras es joven, tunde sus costillas cuando es niño, no sea que, volviéndose indócil, te desobedezca, y sufras por él amargura de alma.

12. Pégale en las costillas cuando sea pequeño, no sea que se empecine y se te rebele.

13. Enseña a tu hijo y trabaja en él, para que no tropieces por su desvergüenza.

13. Educa bien a tu hijo, lábralo, o si no su mala conducta se volverá en tu contra.

14. Vale más pobre sano y fuerte de constitución que rico lleno de achaques en su cuerpo.

14. Más vale un pobre con buena salud y vigoroso que un rico que sufre en su cuerpo.

15. Salud y buena constitución valen más que todo el oro, cuerpo vigoroso más que inmensa fortuna.

15. La salud y una contextura firme valen más que todo el oro del mundo, y un cuerpo robusto más que una inmensa forturna.

16. Ni hay riqueza mejor que la salud del cuerpo, ni contento mayor que la alegría del corazón.

16. No hay riqueza más grande que la salud del cuerpo, ni placer superior a la alegría de vivir.

17. Mejor es la muerte que una vida amarga, el descanso eterno que enfermedad permanente.

17. Más vale la muerte que una vida miserable, y el descanso eterno más que una enfermedad incurable.

18. Manjares derramados sobre boca cerrada, eso son las ofrendas de alimentos puestas sobre una tumba.

18. Dejar ofrendas de alimentos en las tumbas es presentar cosas buenas a una boca cerrada;

19. ¿De qué le sirve el sacrificio a un ídolo? ¡ni lo comerá ni lo olerá! Así aquel a quien persigue el Señor,

19. lo mismo pasa con la ofrenda a un ídolo: ¿para qué, si ni come ni siente? Eso le pasa a un hombre perseguido por el Señor:

20. que mira con sus ojos y gime. Escomo un eunuco que oprime a una virgen y gime.

20. ve la comida y suspira; es como un hombre castrado que abraza a una joven y gime.

21. No entregues tu alma a la tristeza, ni te atormentes a ti mismo con tus cavilaciones.

21. No te dejes llevar por la tristeza, ni dominar por tus preocupaciones.

22. La alegría de corazón es la vida del hombre, el regocijo del varón, prolongación de sus días.

22. Un corazón alegre mantiene al hombre con vida; la alegría prolonga su existencia.

23. Engaña tu alma y consuela tu corazón, echa lejos de ti la tristeza; que la tristeza perdió a muchos, y no hay en ella utilidad.

23. ¡Ea, vamos! Diviértete y alegra tu corazón; echa lejos de ti la tristeza, porque la tristeza perdió a muchos y no sirve para nada.

24. Envidia y malhumor los días acortan, las preocupaciones traen la vejez antes de tiempo.

24. La envidia y la ira acortan la vida, las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo.

25. Un corazón radiante viene bien en las comidas, se preocupa de lo que come.

25. El que tiene un corazón alegre tiene buen apetito; lo que come lo aprovecha.





“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina