Salmos, 51
3. ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas!
3. ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas!
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina