1. Del maestro de coro. De David. En memoria.

2. ¡Líbrame, Dios mío! ¡Señor, ven pronto a socorrerme!

3. Que se avergüencen y sean humillados los que quieren acabar con mi vida. Que retrocedan confundidos los que desean mi ruina;

4. que vuelvan la espalda avergonzados los que se ríen de mí.

5. Que se alegren y se regocijen en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que desean tu victoria: "¡Qué grande es nuestro Dios!".

6. Yo soy pobre y miserable: ven pronto, Dios mío; tú eres mi ayuda y mi libertador, ¡no tardes, Señor!






“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina