2. Del maestro de coro. Según la... de Gat. De Asaf.

2. ¡Aviven a Dios, nuestra fuerza, aclamen al Dios de Jacob!

3. ¡Gritad de gozo a Dios, nuestra fuerza, aclamad al Dios de Jacob!

3. Entonen los salmos y toquen los tambores, la melodiosa cítara y la lira!

4. ¡Entonad la salmodia, tocad el tamboril, la melodiosa cítara y el arpa;

4. Que suene el cuerno para el primero del mes, para la luna llena, el día de nuestra fiesta.

5. tocad la trompeta al nuevo mes, a la luna llena, el día de nuestra fiesta!

5. Pues es una ley en Israel, una ordenanza del Dios de Jacob;

6. Porque es una ley para Israel, una norma del Dios de Jacob;

6. un decreto que impuso a José, cuando salió de la tierra de Egipto. Oyó, entonces, una voz desconocida:

7. un dictamen que él impuso en José, cuando salió contra el país de Egipto. Una lengua desconocida se oye:

7. "Yo quité la carga de su espalda, sus manos han dejado la canasta."

8. «Yo liberé sus hombros de la carga, sus manos la espuerta abandonaron;

8. En la angustia gritaste y te salvé, te respondí en el secreto de la nube, te puse a prueba en las aguas de Meriba:

9. en la aflicción gritaste y te salvé. «Te respondí en el secreto del trueno, te probé junto a las aguas de Meribá.

9. "Escucha, pueblo mío, te lo advierto, ojalá me escucharas, Israel:

10. Escucha, pueblo mío, yo te conjuro, ¡ah Israel, si quisieras escucharme!

10. No tengas en tu casa un dios extraño, ni te prosternes ante un dios de afuera:

11. «No haya en ti dios extranjero, no te postres ante dios extraño;

11. Yo soy Yavé, tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto. Abre tu boca y te la llenaré".

12. yo, Yahveh, soy tu Dios, que te hice subir del país de Egipto; abre toda tu boca, y yo la llenaré.

12. Pero mi pueblo no me quiso oír, e Israel no me obedeció.

13. «Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer;

13. Los dejé, pues, que siguieran sus caprichos y caminaran según su parecer.

14. yo les abandoné a la dureza de su corazón, para que caminaran según sus designios.

14. "Ah, si mi pueblo me escuchara, si Israel fuera por mis caminos,

15. «¡Ah!, si mi pueblo me escuchara, si Israel mis caminos siguiera,

15. sometería en un instante a sus enemigos, volvería mi mano contra sus opresores.

16. al punto yo abatiría a sus enemigos, contra sus adversarios mi mano volvería.

16. Los enemigos del Señor le adularían y su espanto jamás terminaría.

17. «Los que odian a Yahveh le adularían, y su tiempo estaría para siempre fijado;

17. Pero a él, con flor de trigo lo alimentaría y con miel de la roca lo saciaría".





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina