1. Reina Yahveh, los pueblos tiemblan; se sienta en querubines, la tierra se estremece;

1. El Señor reina, tiemblan los pueblos; monta en querubines, la tierra se estremece.

2. grande es Yahveh en Sión. Excelso sobre los pueblos todos;

2. En Sión el Señor es muy grande, exaltado por encima de todos los pueblos.

3. loen tu nombre grande y venerable: santo es él.

3. Que celebran tu nombre grande y terrible: "¡El es Santo!"

4. Poderoso rey que el juicio ama, tú has fundado el derecho, juicio y justicia tú ejerces en Jacob.

4. Rey poderoso, amante de la justicia, tú has establecido la rectitud, tú ejerces en Jacob el derecho y la sentencia justa.

5. Exaltad a Yahveh nuestro Dios, postraos ante el estrado de sus pies: santo es él.

5. Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante la tarima de sus pies: ¡El es Santo!

6. Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, Samuel entre aquellos que su nombre invocaban, invocaban a Yahveh y él les respondía.

6. Moisés y Aarón eran sus sacerdotes, Samuel también invocaba su nombre: invocaban al Señor y él les respondía.

7. En la columna de nube les hablaba, ellos guardaban sus dictámenes, la ley que él les dio.

7. De la columna de nube les hablaba, guardaban sus órdenes, las leyes que les dio.

8. Yahveh, Dios nuestro, tú les respondías, Dios paciente eras para ellos, aunque vengabas sus delitos.

8. Oh Señor, nuestro Dios, tú les respondías, tú eras para ellos un Dios tolerante, pero no les dejabas pasar nada.

9. Exaltad a Yahveh nuestro Dios, postraos ante su monte santo: santo es Yahveh, nuestro Dios.

9. Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!





“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina