2. Al maestro de coro. Salmo de David. Cántico

2. Que Dios se pare y sus enemigos se dispersen, que huyan ante él los que lo odian.

3. Se alza el Señor y sus enemigos se dispersan, huyen de su presencia sus contrarios.

3. Como humo al viento, así tú los disipas, como cera en el fuego se deshacen.

4. Como se disipa el humo, los disipas; como la cera se derrite al fuego, así caen los malvados ante Dios.

4. En presencia de Dios los malos perecen, mientras que los justos se regocijan, y ante Dios saltan y gritan de alegría.

5. Los justos se regocijan en la presencia del Señor, se alborozan y saltan de alegría.

5. Canten a Dios y toquen a su Nombre, abran camino al que cabalga en las nubes, alégrense en Dios y bailen ante él.

6. Cantad a Dios, cantad himnos a su nombre, abrid paso al que cabalga por las nubes; su nombre es "El Señor", celebrad su presencia.

6. Padre del huérfano, defensor de las viudas, ese es Dios en su santa morada.

7. Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, tal es Dios en su morada santa.

7. Al solitario le da el calor de hogar, deja libre al preso encadenado, a los rebeldes los deja en calabozos.

8. Dios da una casa a los abandonados, da a los prisioneros la libertad dichosa; sólo los rebeldes viven en su tierra abrasada.

8. Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, para tomar el camino del desierto,

9. Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando avanzabas a través del desierto,

9. la tierra tembló y los cielos destilaron en presencia de Dios, el Dios de Israel.

10. la tierra tembló, los cielos chorrearon ante Dios, el Dios del Sinaí, el Dios de Israel.

10. Esparciste una lluvia generosa para reanimar a los tuyos extenuados,

11. Derramaste, oh Dios, una lluvia abundante, reanimaste tu heredad extenuada;

11. tu familia encontró una morada, la que en tu bondad destinabas a los pobres.

12. allí encontró tu pueblo una morada, la que en tu bondad, oh Dios, al pobre preparabas.

12. El Señor ha mandado una palabra, y es buena noticia para el gran ejército:

13. El Señor da una orden, multitud de mensajeros la transmiten:

13. ¡Huyen, huyen los reyes con sus tropas! Una sirvienta reparte el botín:

14. "Los reyes escapan, los ejércitos huyen, las mujeres en casa reparten el botín:

14. alas de paloma cubiertas de plata, con sus plumas color de oro.

15. alas de paloma con un baño de plata, plumas refulgentes con un baño de oro, mientras vosotros en el aprisco descansáis.

15. Mientras el Omnipotente vencía a los reyes, caía nieve en el monte Salmón.

16. Allí el omnipotente dispersaba a los reyes y las nieves caían en el monte Salmón.

16. Montes de Dios, montes de Basán, montes escarpados, montes de Basán:

17. Montes divinos, los montes de Basán; montes encrestados, los montes de Basán.

17. ¿por qué miran celosos, montes escarpados, al monte que Dios quiso habitar? Sepan que el Señor lo habita para siempre.

18. ¿Por qué miráis celosos, oh montes encrestados, el monte en que Dios quiere morar, en el que el Señor por siempre morará?

18. Los carros de Dios son miles y miles, en ellos vino del Sinaí al Santuario.

19. Por miles y millones cuenta Dios sus carros de combate, el Señor vino en ellos del Sinaí al santuario.

19. Subiste a las alturas, tomaste cautivos, y recibiste hombres en tributo. Hasta los rebeldes se quedarán a tu lado.

20. Tú subiste a la altura llevando prisioneros, recibiste tributo de hombres; los mismos rebeldes, oh Dios, se sometieron ante ti.

20. ¡Bendito sea el Señor día tras día! El Dios que salva se encarga de nosotros.

21. Bendito sea el Señor día tras día, él cuida de nosotros, es nuestro salvador.

21. Se hizo para nosotros un Dios que libera, con Yahvé, el Señor, escapamos a la muerte.

22. Nuestro Dios es el Dios libertador, el Señor, nuestro Dios, nos libra de la muerte.

22. Dios aplasta la cabeza de sus enemigos, el cráneo de los habituados al crimen.

23. Dios aplasta la cabeza de sus enemigos, el cráneo cabelludo de los criminales.

23. El Señor lo dijo: "Los traeré de Basán y de las profundidades del mar,

24. El Señor dijo: "Los sacaré de Basán, los sacaré del fondo de los mares,

24. para que hundas los pies en su sangre y hasta la lengua de tus perros reciba su parte de los enemigos."

25. para que puedas bañar tu pie en la sangre, y la lengua de tus perros tenga su ración del enemigo".

25. He visto, oh Dios, tus procesiones, las procesiones de mi Dios, de mi rey, en el santuario.

26. Oh Dios, se ven tus procesiones, las procesiones de mi Dios, mi rey, al santuario:

26. Los cantores van delante, los músicos detrás, en medio van las niñas tocando tamboriles.

27. delante los cantores, los músicos detrás y en medio las doncellas tocando panderetas.

27. ¡Bendigan a Dios con coros, bendigan al Señor en las fiestas de Israel!

28. Bendecid a Dios en vuestras asambleas, bendecid al Señor en las reuniones de Israel.

28. Benjamín, el menor, abre el cortejo, los príncipes de Judá con ropas bordadas, los príncipes de Zabulón, los de Neftalí.

29. Allí va Benjamín, el pequeño, abriendo marcha, los jefes de Judá, de Zabulón, de Neftalí.

29. Oh Dios, habla con fuerza, con la fuerza que manifestaste con nosotros.

30. Oh Dios, despliega tu poder, confirma, oh Dios, lo que has hecho por nosotros.

30. Desde tu templo que domina Jerusalén, donde los reyes te aportan sus ofrendas,

31. Que en tu santuario, en lo alto de Jerusalén, te ofrezcan presentes los monarcas.

31. amenaza al monstruo de los cañaverales, al tropel de toros, a los dueños de los pueblos para que se sometan y te ofrezcan oro y plata. Dispersa a los pueblos que aman la guerra.

32. Amenaza a la bestia de los cañaverales, a la manada de toros dominadores de los pueblos; que vengan a rendirse con lingotes de plata; dispersa a las naciones que se complacen en la guerra.

32. Desde Egipto vendrán los más ricos, Etiopía tenderá a Dios sus manos.

33. De Egipto vendrán los poderosos, Etiopía alzará sus manos hacia Dios.

33. Reinos de la tierra, canten a Dios, toquen para el Señor,

34. Reinos de la tierra, cantad para el Señor, alabad al Señor,

34. que cabalga por los cielos seculares. ¡Oigan su voz, su voz que es poderosa!

35. al que cabalga por encima de los cielos eternos; ya levanta su voz, su voz potente:

35. Reconozcan el poder de Dios, él es grande en Israel, y en lo alto, poderoso.

36. "Reconoced el poderío de Dios, su majestad sobre Israel, su potencia en las nubes".

36. Dios es terrible desde su santuario, el, el Dios de Israel, él da a su pueblo fuerza y poder.





“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina