1. Sofar de Naamat tomó la palabra y dijo:

1. Sofar de Naamat tomó la palabra y dijo:

2. «Mis reflexiones me llevan a contestar a consecuencia de lo que siento.

2. Por esto mis pensamientos a replicar me incitan: por la impaciencia que me urge.

3. Al oír una lección que me ofende, mis pensamientos me inspiran una respuesta.

3. Una lección que me ultraja he escuchado, mas el soplo de mi inteligencia me incita a responder.

4. ¿No sabes tú que desde siempre, desde que fue puesto el hombre sobre la tierra,

4. ¿No sabes tú que desde siempre, desde que el hombre en la tierra fue puesto,

5. el triunfo del malvado es breve y el gozo del perverso no dura más que un instante?

5. es breve la alegría del malvado, y de un instante el gozo del impío?

6. Aunque se eleve hasta los cielos y toque las nubes con la cabeza,

6. Aunque su talla se alzara hasta los cielos y las nubes tocara su cabeza,

7. como un fantasma desaparece para siempre; los que lo veían dicen: «¿Dónde está?»

7. como un fantasma desaparece para siempre, los que le veían dicen: «¿Dónde está?»

8. Se va como un sueño, se vuela y ya no lo hallan, huye como una visión nocturna.

8. Se vuela como un sueño inaprensible, se le ahuyenta igual que a una visión nocturna.

9. El quesolía verlo, no lo ve, y tampoco lo divisa el lugar donde vivía.

9. El ojo que le observaba ya no le ve más, ni le divisa el lugar donde estaba.

10. sus hijos pagarán a los pobres, y sus propias manos devolverán sus riquezas.

10. A los pobres tendrán que indemnizar sus hijos, sus niños habrán de devolver sus bienes.

11. Sus huesos rebosaban de vigor juvenil, su vigor ahora está junto a él en el polvo.

11. Sus huesos rebosaban de vigor juvenil: mas ya con él postrado está en el polvo.

12. Si el mal era dulce a su boca, si lo ocultó bajo su lengua,

12. Si el mal era dulce a su boca, si bajo su lengua lo albergaba,

13. si allí lo conservó y lo retuvo y lo guardó en medio del paladar,

13. si allí lo guardaba tenazmente y en medio del paladar lo retenía,

14. su comida se corrompe en el estómago, y se vuelve veneno en su interior.

14. su alimento en sus entrañas se corrompe, en su interior se le hace hiel de áspid.

15. Tiene que vomitar las riquezas que tragó, Dios las hace salir de su vientre.

15. Vomita las riquezas que engulló, Dios se las arranca de su vientre.

16. Chupaba veneno de áspides, una lengua de víbora lo mata.

16. Veneno de áspides chupaba: lengua de víbora le mata.

17. Ya no verá los arroyos de aceite fresco, los torrentes de miel y de mantequilla.

17. Ya no verá los arroyos de aceite, los torrentes de miel y de cuajada.

18. Devuelve su ganancia sin tragarla, y no puede gozar el fruto de su negocio.

18. Devuelve su ganancia sin tragarla, no saborea el fruto de su negocio.

19. Porque despojó por la fuerza a los pobres y robó su casa en vez de construirla,

19. Porque estrujó las chozas de los pobres, robó casas en vez de construirlas;

20. Porque su vientre se mostró insaciable, nadie podía resistir a su apetito

20. porque su vientre se mostró insaciable, sus tesoros no le salvarán;

21. ni escapar de su comida, por eso no dura su bienestar.

21. porque a su voracidad nada escapaba, por eso no dura su prosperidad.

22. En plena riqueza sufre miseria y cae sobre él la desgracia.

22. En plena abundancia la estrechez le sorprende, la desgracia, en tromba, cae sobre él.

23. Cuando está llenándose el vientre, Dios desencadena sobre él su ira y hace llover sus flechas sobre él.

23. En el momento de llenar su vientre, suelta Dios contra él el ardor de su cólera y lanza sobre su carne una lluvia de saetas.

24. Si logra huir del arma de hierro, lo traspasa el arco de bronce.

24. Si del arma de hierro logra huir, el arco de bronce le traspasa.

25. Una flecha le sale por la espalda la punta atravesó su hígado. Lo invade una angustia mortal,

25. Sale una flecha por su espalda, una hoja fulgurante de su hígado. Los terrores se abalanzan sobre él,

26. las tinieblas están reservadas para él. Un fuego que no encendió el hombre lo devora y consume cuanto queda en su tienda.

26. total tiniebla aguarda a sus tesoros. Un fuego que nadie atiza le devora, y consume lo que en su tienda aún queda,

27. Los cielos revelan su falta y la tierra se levanta contra él.

27. Los cielos ponen su culpa al descubierto, y la tierra se alza contra él.

28. Aguas desbordadas se llevan su casa, empujadas por la cólera de Dios.

28. La hacienda de su casa se derrama, como torrentes, en el día de la cólera.

29. Esta es la herencia que el malvado recibe de Dios, tal es la parte que le fijó.»

29. Tal es la suerte que al malvado Dios reserva, la herencia de Dios para el maldito.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina