1. Mi respiración va disminuyendo, y mis días se van apagando y ya no me queda más que el sepulcro.

1. Mi aliento se agota, mis días se apagan sólo me queda el cementerio.

2. ¿No soy acaso el blanco de las burlas y mis noches envenenan sus insolencias?

2. ¿No estoy a merced de las burlas, y en amarguras pasan mis ojos las noches?

3. Coloca tú mismo mi fianza al lado tuyo, ya que ningún amigo se compromete por mí.

3. Coloca, pues, mi fianza junto a ti, ¿quién, si no, querrá chocar mi mano?

4. Les has oscurecido la razón, y ninguno se arriesga en mi favor.

4. Tú has cerrado su mente a la razón, por eso ninguna mano se levanta

5. No se hacen regalos a los amigos, dicen, para dejar luego aa sus hijos en la miseria.

5. Como el que anuncia a sus amigos un reparto, cuando languidecen los ojos de sus hijos,

6. Ahora soy el comentario de todo el mundo, y soy como uno a quien le escupen la cara.

6. me he hecho yo proverbio de las gentes, alguien a quien escupen en la cara.

7. Mis ojos se cierran de pena no soy más que la sombra de mí mismo.

7. Mis ojos se apagan de pesar, mis miembros se desvanecen como sombra.

8. Los hombres correctos se asombran al verme, los buenos ven en mí a unmalvado y moralizan.

8. Los hombres rectos quedan de ello asombrados, contra el impío se indigna el inocente;

9. ¡Qué ejemplo para el justo! Se reanima, y la gnte honrada rejuvenece.

9. el justo se afianza en su camino, y el de manos puras redobla su energía.

10. Pero vuelvan ustedes y acérquense todos, y verán que no hay ni un sabio entre todos ustedes.

10. Pero, vosotros todos, volved otra vez, ¡no hallaré un solo sabio entre vosotros!

11. Mis días han pasado, mis planes han fracasado; mi corazón ansía

11. Mis días han pasado con mis planes, se han deshecho los deseos de mi corazón.

12. la noche cuando es de día, y cuando está oscuro la salida del sol.

12. Algunos hacen de la noche día: se acercaría la luz que ahuyenta las tinieblas.

13. Sólo puedo esperar mi casa entre los muertos, ya he colocado mi cama en las tinieblas.

13. Mas ¿qué espero? Mi casa es el seol, en las tinieblas extendí mi lecho.

14. Al sepulcro le dije: «Tú eres mi padre», y a los gusanos: «Mi madre y mis hermanos».

14. Y grito a la fosa: «¡Tú mi padre!», a los gusanos: «¡Mi madre y mis hermanos!»

15. ¿Dónde está mi esperanza? ¿Quién divisará para mí la felicidad?

15. ¿Dónde está, pues, mi esperanza? y mi felicidad ¿quién la divisa?

16. ¿Acaso bajarán conmigo al infierno y nos encontraremos juntos en el polvo?»

16. ¿Van a bajar conmigo hasta el seol? ¿Nos hundiremos juntos en el polvo?





“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina