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  • Y nos quedamos en el valle, muy cerca de Bet Fegor. (Deuteronomio 3, 29)

  • Eso mismo harás con todas las ciudades que están muy distantes y no pertenecen a estas naciones. (Deuteronomio 20, 15)

  • Quedaréis muy pocos, vosotros que erais numerosos como las estrellas del cielo, por no haber obedecido al Señor, tu Dios. (Deuteronomio 28, 62)

  • Pues la palabra está muy cerca de ti; está en tu boca, en tu corazón, para que la pongas en práctica. (Deuteronomio 30, 14)

  • Ellos replicaron: "Tus siervos vienen de un país muy lejano por la fama del nombre del Señor, tu Dios, porque hemos oído hablar de su nombre, de todo lo que hizo en Egipto (Josué 9, 9)

  • Josué los llamó y les dijo: "¿Por qué nos habéis engañado, diciendo que veníais de muy lejos, siendo así que vivís aquí al lado? (Josué 9, 22)

  • convocó a todo Israel, ancianos, jefes, jueces y escribas, y les dijo: "Yo soy viejo, muy entrado en años. (Josué 23, 2)

  • si rompéis la alianza que el Señor, vuestro Dios, os ha impuesto y os vais a servir a otros dioses; si os prosternáis ante ellos, entonces la ira del Señor se encenderá contra vosotros y muy pronto os hará desaparecer de esta buena tierra que él os ha dado". (Josué 23, 16)

  • Presentó el tributo a Eglón, rey de Moab, que era un hombre muy gordo. (Jueces 3, 17)

  • Ellos respondieron: "Hemos ido y recorrido la región hasta Lais. ¡Ánimo! Vamos a atacarlos, porque hemos visto que la tierra es muy buena. No dudéis en poneros en camino para conquistar aquella tierra. (Jueces 18, 9)

  • Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente muy rico llamado Booz, de la familia de Elimélec. (Rut 2, 1)

  • Rut dijo: "Has sido muy amable conmigo, señor; me has consolado y me has hablado al corazón, aunque yo no soy ni siquiera como una de tus criadas". (Rut 2, 13)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina