2. Interviene, Señor, porque ya no hay hombres buenos ni se encuentran ya hombres leales.

3. Cada cual engaña a su prójimo, se dicen buenas palabras, pero con doblez.

4. Que el Señor arranque los labios mentirosos y la lengua que dice grandes frases.

5. Pues dicen: "Con palabras todo lo conseguiremos; si sabemos hablar, ¿quién nos va a dominar?"

6. "Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levanto - dice el Señor - y prestaré socorro al que es despreciado."

7. Las palabras del Señor son palabras seguras, son como plata pura siete veces purificada en el crisol.

8. Tú, Señor, cuidarás de nosotros; protégenos por siempre de esta generación.

9. Por doquier se andan paseando los malvados y cunde el vicio entre los hijos de Adán.





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina