Bíblia Católica
 

Salmos, 23

4. Aunque pase por quebradas oscuras, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo con tu vara y tu bastón, y al verlas voy sin miedo.

Versículos relacionados com Salmos, 23:

El Salmo 23 presenta a Dios como el Buen Pastor. ¿Qué consuelo ofrece este salmo a los fieles? Este amado texto utiliza la metáfora del pastor para ilustrar el amoroso cuidado y protección de Dios. El salmo aborda temas como la provisión divina, la guía espiritual, la seguridad en medio de los peligros y la certeza de la presencia eterna de Dios. El Salmo 23 también presagia a Jesús como el Buen Pastor. Reflexiona con nosotros sobre cinco pasajes bíblicos que amplían la comprensión de este reconfortante salmo.

Juan 10:11: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas." - Jesús se identifica como el buen pastor, haciéndose eco de la imagen del Señor como pastor en el Salmo 23.

Filipenses 4:19: "Mi Dios suplirá todas vuestras necesidades conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús." - Este versículo refleja el tema del Salmo 23 acerca de que Dios suple todas las necesidades.

1 Pedro 2:25: "Porque erais como oveja descarriada, pero ahora os habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas." - Pedro utiliza la imagen del pastor y las ovejas, que recuerda al Salmo 23.

Apocalipsis 7:17: "Porque el Cordero que está en el centro del trono será vuestro pastor; él los guiará a manantiales de agua viva. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos." - Este pasaje del Apocalipsis hace eco de varias imágenes del Salmo 23, incluido el pastor y las aguas tranquilas.

Ezequiel 34:11-12: "Porque así dice el Señor Soberano: Yo mismo buscaré mis ovejas y cuidaré de ellas. Así como el pastor busca a sus ovejas dispersas cuando cuida su rebaño, así yo cuidaré de mis ovejas. Los rescataré de todos los lugares donde fueron esparcidos en un día de nubes y oscuridad." - Ezequiel usa la metáfora del pastor, similar al Salmo 23, para describir el cuidado de Dios por su pueblo.






“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina

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