2. No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina