7. En cuanto los jefes de las tropas, que se habían dispersado por el campo con sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia había puesto al frente del país a Godolías, hijo de Ajicán, y que le había encomendado hombres, mujeres y niños, así como los pobres del país que no habían sido deportados a Babilonia,





“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina