1. Canción de las subidas. Desde lo más profundos grito a ti, Yahveh:

1. Desde el abismo clamo a ti, Señor,

2. ¡Señor, escucha mi clamor! ¡Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas!

2. ¡Señor, escucha mi voz! que tus oídos pongan atención al clamor de mis súplicas!

3. Si en cuenta tomas las culpas, oh Yahveh, ¿quién, Señor, resistirá?

3. Señor, si no te olvidas de las faltas, Adonai, ¿quién podrá subsistir?

4. Mas el perdón se halla junto a ti, para que seas temido.

4. Pero de ti procede el perdón, y así se te venera.

5. Yo espero en Yahveh, mi alma espera en su palabra;

5. Espero, Señor, mi alma espera, confío en tu palabra;

6. mi alma aguarda al Señor más que los centinelas la aurora; mas que los centinelas la aurora,

6. mi alma cuenta con el Señor más que con la aurora, el centinela.

7. aguarde Israel a Yahveh. Porque con Yahveh está el amor, junto a él abundancia de rescate;

7. Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor; porque junto al Señor está su bondad y la abundancia de sus liberaciones,

8. él rescatará a Israel de todas sus culpas.

8. y él liberará a Israel de todas sus culpas.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina