Salmos, 84
4. Hasta el gorrión ha encontrado una casa y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: tus altares, Señor omnipotente, rey mío y Dios mío.
4. Hasta el gorrión ha encontrado una casa y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: tus altares, Señor omnipotente, rey mío y Dios mío.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina