5. Yo exclamé: ¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros; vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, al Señor todopoderoso.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina