Talált 484 Eredmények: habían

  • Apenas habían salido de la ciudad, de la que no estaban lejos, cuando José dijo a su mayordomo: "Levántate, sigue a esos hombres, dales alcance y diles: ¿Por qué habéis devuelto mal por bien? (Génesis 44, 4)

  • Llegó a casa del Faraón la noticia de que habían venido los hermanos de José, y el Faraón y sus servidores se alegraron. (Génesis 45, 16)

  • Llevaron también consigo sus ganados y cuanto habían adquirido en la tierra de Canaán. Jacob emigró a Egipto con todos sus descendientes, (Génesis 46, 6)

  • Hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Fares y Zéraj; pero Er y Onán habían muerto en la tierra de Canaán. (Génesis 46, 12)

  • José, después de haber sepultado a su padre, volvió a Egipto con sus hermanos y con todos los que le habían acompañado a sepultar a su padre. (Génesis 50, 14)

  • Los inspectores israelitas, que habían sido puestos sobre ellos por los capataces del Faraón, fueron castigados; les decían: "¿Por qué ni ayer ni hoy habéis completado la tarea de ladrillos como antes?". (Exodo 5, 14)

  • El Faraón, viendo que habían cesado la lluvia y el granizo, perseveró en su pecado, endureciendo su corazón él y sus servidores. (Exodo 9, 34)

  • Y Moisés y Aarón habían realizado todos estos prodigios en presencia del Faraón. Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir de su país a los israelitas. (Exodo 11, 10)

  • El Señor endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, que persiguió a los israelitas que habían partido con la frente alta. (Exodo 14, 8)

  • Moisés contó a su suegro todo lo que había hecho el Señor al Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todos los contratiempos que habían tenido a lo largo del camino y cómo les había librado de ellos. (Exodo 18, 8)

  • Tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, esparciéndolo en agua, que hizo beber a los israelitas. (Exodo 32, 20)

  • Moisés llamó a Besalel, a Oholiab y a todos los hombres que el Señor había dotado de sabiduría y se habían ofrecido voluntariamente a colaborar en la obra. (Exodo 36, 2)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina