Talált 458 Eredmények: cosas

  • Luego, volvió su mirada hacia el sepulcro del hombre de Dios que había predicho estas cosas, y dijo: "¿Qué monumento es aquel que diviso?". Los de la ciudad respondieron: "Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y predijo las cosas que tú has hecho sobre el altar de Betel". (II Reyes 23, 17)

  • Allí, en la casa de Obededón, permaneció el arca de Dios durante tres meses. Y el Señor bendijo la casa de Obededón y todas sus cosas. (I Crónicas 13, 14)

  • Gad se presentó a David y le dijo: "Esto dice el Señor: Elige entre estas tres cosas: (I Crónicas 21, 11)

  • Hijos de Amrán: Aarón y Moisés. Aarón fue elegido, con sus hijos, para servir perpetuamente en las cosas más santas: ofrecer el incienso delante del Señor, darle culto y bendecir en su nombre eternamente. (I Crónicas 23, 13)

  • Su obligación era estar a las órdenes de los hijos de Aarón en el servicio del templo del Señor en lo referente a los atrios, las cámaras, limpieza de las cosas santas y de los demás oficios del templo del Señor. (I Crónicas 23, 28)

  • Los levitas, sus hermanos, velaban sobre los tesoros de la casa de Dios y las cosas sagradas. (I Crónicas 26, 20)

  • Este Selomit y sus hermanos fueron constituidos superintendentes de todos los depósitos de cosas santas consagradas por David y por los jefes de familias en calidad de jefes de millares, de centurias y jefes del ejército, (I Crónicas 26, 26)

  • La riqueza y la gloria te preceden, tú eres el dueño de todo, en tu mano está la fuerza y el poder, en tu mano encuentran estabilidad y grandeza todas las cosas. (I Crónicas 29, 12)

  • ¿Quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? Pues todo viene de ti y tuyo es lo que te hemos dado. (I Crónicas 29, 14)

  • Jirán, por medio de sus servidores, le había enviado navíos y marineros expertos en las cosas del mar, que con los siervos de Salomón fueron a Ofir y trajeron unos dieciséis mil kilos de oro para el rey Salomón. (II Crónicas 8, 18)

  • Gracias a su humillación, la ira del Señor se apartó del rey sin causarle una aniquilación total; más aún, las cosas mejoraron en Judá. (II Crónicas 12, 12)

  • El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas; es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (II Crónicas 18, 7)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina