Talált 458 Eredmények: cosas

  • "Ningún laico comerá las cosas santas; ni el huésped del sacerdote ni el siervo mercenario comerán las cosas santas. (Levítico 22, 10)

  • La hija de un sacerdote casada con un extraño no podrá comer las cosas santas; (Levítico 22, 12)

  • Los laicos no profanarán las cosas santas que hayan ofrecido los israelitas al Señor. (Levítico 22, 15)

  • El sacerdote los ofrecerá con el rito de presentación delante del Señor, junto con el pan de las primicias. Los panes y los dos corderos son cosas consagradas al Señor y pertenecen al sacerdote. (Levítico 23, 20)

  • El servicio de los descendientes de Quehat en la tienda de la reunión será cuidar de las cosas más santas. (Números 4, 4)

  • Cuando Aarón y sus hijos hayan acabado de cubrir el santuario y todo su mobiliario, en el momento de levantar el campamento vendrán los descendientes de Quehat para llevarlos, pero sin tocar las cosas sagradas, no sea que mueran. Éste es el oficio de los descendientes de Quehat en la tienda de la reunión. (Números 4, 15)

  • Eleazar, hijo de Aarón, sacerdote, tendrá el encargo del aceite del candelabro, del perfume aromático, de la ofrenda perpetua y del aceite de la unción. Deberá, además, vigilar sobre toda la tienda y lo que hay en ella: las cosas sagradas y sus utensilios". (Números 4, 16)

  • Haced lo posible para que vivan y no mueran acercándose a las cosas santas; sean Aarón y sus hijos los que entren para designar a cada uno su servicio y su cargo. (Números 4, 19)

  • Ellos, que no entren ni siquiera para ver un solo instante las cosas santas, no sea que mueran". (Números 4, 20)

  • No dio ninguno a los hijos de Quehat, porque éstos estaban al servicio de las cosas santas y debían llevarlas sobre los hombros. (Números 7, 9)

  • El Señor dijo a Aarón: "Te confío la guarda de mis ofrendas. Todas las cosas consagradas a mí por los israelitas os las asigno a ti y a tus hijos como herencia por estatuto eterno. (Números 18, 8)

  • Esto es lo que te corresponderá de las cosas consagradas, no consumidas por el fuego: todas las ofrendas que me hagan los israelitas, las ofrendas de harina, los sacrificios por el pecado y los sacrificios de reconciliación; estas cosas consagradas son para ti y tus hijos. (Números 18, 9)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina