9. Estas ciudades fueron señaladas para todos los hijos de Israel y para los forasteros que habitaban entre ellos, a fin de que sirvieran de asilo al que sin querer hubiese muerto a un hombre. Ese no sería muerto por el pariente de la víctima antes de haber sido juzgado por la comunidad.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina