1. Desde el abismo clamo a ti, Señor,

2. ¡Señor, escucha mi voz! que tus oídos pongan atención al clamor de mis súplicas!

3. Señor, si no te olvidas de las faltas, Adonai, ¿quién podrá subsistir?

4. Pero de ti procede el perdón, y así se te venera.

5. Espero, Señor, mi alma espera, confío en tu palabra;

6. mi alma cuenta con el Señor más que con la aurora, el centinela.

7. Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor; porque junto al Señor está su bondad y la abundancia de sus liberaciones,

8. y él liberará a Israel de todas sus culpas.





“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina