Eclesiástico, 33
27. El yugo y las riendas doblegan la nuca, y para el servidor perverso, están la tortura y el tormento.
27. El yugo y las riendas doblegan la nuca, y para el servidor perverso, están la tortura y el tormento.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina