Gefunden 564 Ergebnisse für: nadie

  • José ya no podía contener su emoción en presencia de la gente que lo asistía, y exclamó: "Hagan salir de aquí a toda la gente". Así, nadie permaneció con él mientras se daba a conocer a sus hermanos. (Génesis 45, 1)

  • Entonces dirigió una mirada a su alrededor, y como no divisó a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. (Exodo 2, 12)

  • "Mañana", dijo el Faraón. Entonces Moisés añadió: "Que suceda conforme a tus palabras. Así sabrás que no hay nadie como el Señor, nuestro Dios. (Exodo 8, 6)

  • Porque esta vez estoy dispuesto a enviar todas mis plagas contra ti, contra tus servidores y contra todo tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra. (Exodo 9, 14)

  • Ellas cubrirán de tal manera la superficie del suelo, que nadie lo podrá ver. Devorarán el resto que se salvó del granizo y acabarán con todos los árboles que crecen en los campos. (Exodo 10, 5)

  • Todo ese tiempo estuvieron sin verse unos a otros y sin que nadie pudiera moverse de su sitio. Pero en las viviendas de los israelitas había luz. (Exodo 10, 23)

  • Además, Moisés les advirtió: "Que nadie reserve nada para el día siguiente". (Exodo 16, 19)

  • El Señor les ha impuesto el sábado, y por eso el sexto día les duplica la ración. Que el séptimo día todos permanezcan en su sitio y nadie se mueva del lugar donde está". (Exodo 16, 29)

  • Pero nadie pondrá su mano sobre el culpable, sino que deberá ser apedreado o muerto a flechazos; sea hombre o animal, no quedará vivo. Y cuando suene la trompeta, ellos subirán a la montaña’". (Exodo 19, 13)

  • Ustedes observarán todo lo que les he dicho. Ni siquiera pronunciarán el nombre de otros dioses: que nadie lo oiga en boca de ustedes. (Exodo 23, 13)

  • Celebrarás la fiesta de los Ácimos. Durante siete días comerás pan sin levadura, como te lo he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. Y nadie se presentará ante mí con las manos vacías. (Exodo 23, 15)

  • Si queda para el día siguiente algo de carne o de pan, deberás quemar ese resto. Nadie lo comerá, porque es una cosa santa. (Exodo 29, 34)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina