Gefunden 564 Ergebnisse für: nadie

  • Hijos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él mismo es justo. (I Juan 3, 7)

  • Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. (I Juan 4, 12)

  • El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer el maná escondido, y también le daré una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce fuera de aquel que lo recibe». (Apocalipsis 2, 17)

  • Escribe al Ángel de la Iglesia de Filadelfia: «El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma: (Apocalipsis 3, 7)

  • "Yo conozco tus obras; he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre. (Apocalipsis 3, 8)

  • Yo volveré pronto: conserva firmemente lo que ya posees, para que nadie pueda arrebatarte la corona. (Apocalipsis 3, 11)

  • Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 3)

  • Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 4)

  • de manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre. (Apocalipsis 13, 17)

  • los elegidos cantaban un canto nuevo delante del trono de Dios, y delante de los cuatro Seres Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender este himno, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. (Apocalipsis 14, 3)

  • Y el Templo se llenó del humo que procede de la gloria de Dios y de su poder, de manera que nadie pudo entrar al Templo hasta que cesaron las siete plagas de los siete Ángeles. (Apocalipsis 15, 8)

  • También los comerciantes de la tierra lloran y están de duelo por ella, porque ya nadie les compra sus mercancías: (Apocalipsis 18, 11)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina