Encontrados 132 resultados para: mismos

  • Abrió de nuevo los pozos que habían sido abiertos en tiempos de su padre Abrahán y que los filisteos, después de la muerte de Abrahán, habían cegado, y les dio los mismos nombres con que los había llamado su padre. (Génesis 26, 18)

  • Aquel de tus siervos en cuyo poder se encuentre la copa, que muera; y nosotros mismos quedaremos como esclavos de tu señor". (Génesis 44, 9)

  • Luego llegaron sus mismos hermanos, se postraron ante él y le dijeron: "Aquí nos tienes como esclavos tuyos". (Génesis 50, 18)

  • "No volváis a darle paja al pueblo para fabricar los ladrillos, como hasta ahora; que vayan ellos mismos a recogerla. (Exodo 5, 7)

  • El sacerdote hará sobre él el rito de absolución por el pecado cometido en una de las materias dichas, y éste le será perdonado. El sacerdote tendrá en este caso los mismos derechos que en el caso de las ofrendas". (Levítico 5, 13)

  • La gente que se les había unido tenía tanta hambre que los mismos israelitas, contagiados, se pusieron a llorar, gritando: "¡Quién nos diera carne que comer! (Números 11, 4)

  • Y vuestros niños, los mismos que vosotros creíais presa de los enemigos, vuestros hijos que todavía no tienen uso de razón, éstos serán los que han de entrar. A ellos se la daré en propiedad. (Deuteronomio 1, 39)

  • No hizo el Señor esta alianza con nuestros padres; la hizo con nosotros, los mismos que todavía hoy vivimos aquí. (Deuteronomio 5, 3)

  • Sin embargo, sólo se unió con tus padres, y esto por amor; y después de ellos eligió a sus descendientes, vosotros mismos, entre todas las naciones, hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10, 15)

  • Él es tu gloria y tu Dios, que ha hecho por ti cosas grandes y hazañas tremendas, que tus mismos ojos han visto. (Deuteronomio 10, 21)

  • Vosotros mismos, con vuestros ojos, habéis visto toda la grandiosa obra del Señor. (Deuteronomio 11, 7)

  • Pero su roca no es como nuestra roca, lo saben bien nuestros mismos enemigos; (Deuteronomio 32, 31)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina